Seguro has escuchado hablar de los huertos urbanos, ¿crees posible hacer uno propio? ¿No? ¿Por qué? Es innegable el hecho de que requerirá dedicación, y que probablemente no estés dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en algo que, siendo honestos, podría no dar frutos. Aunque, si conoces los beneficios, valdría la pena intentar, tal vez consigas cosechar tus propios alimentos totalmente orgánicos, y de paso, adornas un espacio no aprovechado y le echas una manita al medio ambiente.
El motor principal que mueve a la mayoría de las personas que deciden crear su propio huerto, es la alimentación. No hay mejor elección de producto que el que tú cosechas, no viaja cientos de kilómetros para que puedas consumirlo, aprovechando mejor sus nutrientes; sabes que proviene de semillas naturales, libres de agro-químicos y pesticidas, sin olvidar que su sabor es delicioso.
El abono de tu huerto es un proceso natural, que consiste en la creación de una composta de tus desechos orgánicos, asegurando una cosecha sana y beneficios para el medio ambiente, al disminuir de forma importante nuestra huella ecológica, así reciclas y economizas (producto-consumo local). Sumado a lo anterior, el compromiso adquirido nos dará una visión más consciente acerca de otros hábitos y conductas nocivas para nuestro entorno. Existen páginas especializadas que te brindan alternativas de consumo, como libre de animales.
Son muchos más los favores que brinda un huerto urbano que los motivos para no crearlo; incrementa los espacios verdes y mejora la salud a través de la alimentación.