En la búsqueda de crear conciencia del cuidado medioambiental, el consumo responsable es regla. Este se trata de hacer compras inteligentes, asegurándose de que el producto adquirido haya tenido un proceso amigable con el medio ambiente, desde la consecución de la materia prima hasta su distribución.
México ocupa el octavo lugar como productor de calzado a nivel mundial, lo que supone una de sus principales actividades económicas secundarias que representan el 33.3% del PIB. En 2014 se exportaron 2 5.6 millones de pares de zapatos mexicanos alrededor del mundo, lo que representó ingresos por 571.7 millones de dólares de ingresos según datos compartidos en el blog Pro Industry, quienes, como lo indica su nombre, se pronuncian a favor de la industrialización como desarrollo, aunque de manera sustentable, empatando así con los ideales de R Verde.
La Secretaría de Economía propuso, en 2016, una norma que establece los límites máximos de sustancias como arsénico, cadmio, cromo VI, mercurio, níquel, plomo, colorantes azoicos, fenoles colorados, formaldehído entre otros, que se utilizan para la fabricación de calzado, para incentivar que en México se comercialicen productos que no contaminen y afecten la salud de los consumidores.
En Industria Y El Calzado En Atenco, Estado de México, Pro Industry expone a los zapateros de este municipio y el proceso artesanal que utilizan para crear calzado, haciendo de la fabricación de zapatos una actividad menos dañina para la naturaleza, y a la vez un producto personalizado, así como ¿Tenis Hechos De Residuos Plásticos? que expone un proyecto de Reino Unido, que trata de producción de calzado a partir de la recolección y posterior tratamiento de residuos sólidos encontrados en las playas y también utilizan procesos artesanales en la producción de su calzado reciclado, con diseños únicos.
Los artesanos de Atenco tienen la finalidad de ampliar el mercado en el que se ubican con intereses económicos y de la preservación de esta actividad como tradición“Every Thing You Buy Is Rubbish” fue creado por jóvenes preocupados por el deterioro de su entorno , mientras que . En ambos casos, se trata de ideas innovadoras que necesitan lugares dónde sean expuestas y más publicidad para su distribución, logrando que sus propuestas lleguen a un mayor público y sus productos sean vendidos, remplazando al calzado que, desde su producción, tiene un impacto más negativo para el planeta.